Category: 1950’s


>Vértigo

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Título Original – Vértigo
Año – 1958
Director – Alfred Hitchcock
Elenco – James Stewart, Kim Novak, Henry Jones, Barbara Bel Geddes, Tom Helmore
Tras revisar Vértigo con una lectura más profunda, es imposible dejar de cuestionarse los supuestos logros argumentales de los trhillers psicológicos actuales. Películas que nos maravillan con sus inesperados giros de guión, donde nada acaba siendo lo que parece y donde el personaje principal sucumbe ante una crisis mental que le está alejando de una realidad que sólo el espectador cree conocer. Hace más de cincuenta años Hitchcock cocinaba con ese material, y es en Vértigo donde se reta a sí mismo para hacer una de sus películas más personales y autobiográficas desde el punto de vista de sus obsesiones, miedos y fantasmas.


Vértigo lo tiene todo. Técnicamente es una película virtuosa y preciosista. Mimada y pensada hasta el último detalle, obsesiva como su protagonista y como su realizador. Sólo cabe pensar en Kubrick como alguien tan o más obsesivo en cuanto a la puesta en escena se refiere, como parte fundamental de la historia, que esconde y moldea entre líneas las claves para acercarse a lo pretendido por el autor haciendo de lo puramente visual y escenográfico un pulso de interactividad con el espectador.


Vértigo es además una película tramposa en el mejor sentido de la palabra. Un thriller policiaco que sirve de McGuffin tras el que se esconde una historia de amor macabra y enfermiza. Esta vez Hitchock, huyendo de sí mismo, despoja la película de todo arquetipo y artificio de suspense al que tenía acostumbrado a su público. Y de forma deliberada va desvelando la supuesta trama principal que preocupa al espectador. La del relato policiaco, la de las identidades, la de “descubre al asesino”.., para quedarse con lo que al él realmente le inquieta y que ya nos introduce en el primer acto, mientras Scottie sigue durante quince mintos de metraje en silencio, los pasos de Madeleine. Una mórbida obsesión, una atracción irrefrenable hacia el objeto de deseo, una mujer que no existe, un amor inalcanzable, por etéreo e imaginario, por frío y misterioso. La “rubia fatal” que siempre inspiró al director.


Con una banda sonora como nunca antes se había visto, y que ha servido de inspiración en todos los compositores de cine actuales, homenajeada y copiada hasta la saciedad, Vértigo es una película moderna y adelantada a su tiempo. Censurada en parte, por lo necrófilo y adultero. Criticada por sus cepos y sus desentramados, ambigua por la psicología de su personaje principal, misógino y deshumanizado por momentos y su desasosegante objeto de deseo que no se ajusta a lo habitual o a lo políticamente correcto.


Hoy Vértigo es un verdadero manual de cine. Un lienzo de obligada revisión, en el que se aprende, se reflexiona y lo más importante, se nos invita a experimentar esa extraña y desconcertante sensación de atracción y miedo al unísono que es el vértigo y que por qué no, también son nuestros objetos de deseo.(Borx: Filmaffinity)


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Título Original – Gentlemen Prefer Blondes
Año – 1953
Director – Howard Hawks
Elenco – Marilyn Monroe, Jane Russell, Charles Coburn, Tommy Noonan, Elliott Reid
Ni las curvas de la Russell ni nada, ella, la Monroe, es lo que da a la película esa sensación de que estamos ante una comedia. La escena de la serpiente y la cabra es mucho para mí. Divertida, incluso hoy en dia, la cinta puede ser, según quién lo mire, un clásico eterno. El sentido del humor, mezclado con los increíbles números musicales y su brillante reparto, hacen de esta película un verdadero diamante que hay que cuidar y valorar para que las futuras generaciones sepan cuidarla y adorarla. (Alexbarea: Filmaffinity)

 


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Título Original – East Of Eden
Año – 1955
Director – Elia Kazan
Elenco – James Dean, Raymond Massey, Julie Harris, Dick Davalos, Jo Van Fleet, Burl Ives

James Dean nos regala el sufrimiento de un personaje como Cal Trask. Cal es un ser humano en el que el resentimiento hacia su padre lo lastima continuamente, aunque él no lo diga abiertamente. Cal es sensible al extremo, incapaz de aceptar las realidades de la vida, incapaz de madurar como adulto y afrontar lo que esta viviendo, pues él, todavía es un niño.

James Dean plasma a la perfección el espíritu neurótico de un Cal Trask. Por eso el actor será recordado por este papel en el que nos muestra la necesidad de todo ser humano por sentirse amado desde la más tierna infancia, pero también nos hace darnos cuenta de que hay un tiempo en el que debemos evolucionar y dejar la dependencia que por naturaleza tenemos al nacer. La necesidad desmedida de una aceptación hacia los seres que nos rodean, casi siempre, los familiares, hacen que el sufrimiento nos invada el alma como una llaga que no deja de sangrar. Así, Cal va en busca de trascender el resentimiento, y encontrar el verdadero amor que le haga quitarse la carga emocional que es como una loza en su espalda.

Estamos ante el inicio de un personaje cargado de emotividad como lo seria después Jim Stark en “Rebelde sin causa”. (Ramon Rocel: Filmaffinity)


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Título Original – The Seven Year Itch
Año – 1955
Director – Billy Wilder
Elenco – Tom Ewell, Marilyn Monroe, Oscar Homolka, Carolyn Jones, Evelyn Keyes
Divertida comedia que encumbró la imagen de Marilyn -con las faldas levantadas en una boca de aire de metro- a icono del cine. Ella es la vecina del piso de arriba que hará enloquecer a un Tom Ewell que está pasando el caluroso verano sin su familia. Un gran éxito de taquilla que confirmó a la Monroe como la estrella femenina indiscutible de la Fox. (FILMAFFINITY)

 


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Título Original – Anatomy Of A Murder
Año – 1959
Director – Otto Preminger
Elenco – James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O’Connell, George C. Scott

Probablemente, la mejor película de/sobre juicios de la Historia del Cine junto a «Testigo de cargo» de Wilder. Un ex-fiscal medio retirado y aficionado al tranquilo deporte de la pesca (Stewart) asume la defensa de un militar (Gazzara) que es acusado de haber asesinado al hombre que violó a su mujer (Remick). Sin utilizar ni un solo flash-back, a través de la palabra y de un guión estupendo, la película, como magistralmente dice su título, es una impecable anatomía de un asesinato, dónde se transportan las clases del cine negro al ambiente expresamente judicial -gran riesgo por el hermetismo de encerrar al espectador en una sala de juicios durante casi hora y media ininterrumpida-, dado que ahora el detective es el abogado, un abogado maravillosamente interpretado por Stewart, para el que este penúltimo hurra desencantado es una reivindicación vital y una autoafirmación de sus capacidades. Soberbias interpretaciones del resto del reparto, muy brillante el hombre que hace de juez pues no es actor siquiera. Un clásico absoluto con sugerente atmósfera jazzística de Duke Ellington. Obra maestra. (Kafka: Filmaffinity)


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Título Original – The Desert Fox: The Story of Rommel
Año – 1951
Director – Henry Hathaway
Elenco – James Mason, Cedric Hardwicke, Jessica Tandy, Luther Adler, Everett Sloane

Notable película de gran Henry Hathaway que durante ochenta y cinco minutos retrata la enorme figura de uno de los más grandes militares de toda la historia. Situado a la altura de otros genios militares como Napoleón, Patton o Julio César, Erwin Rommel supuso un antes y un después en el arte de la guerra y su leyenda fue alabada incluso por sus enemigos. Cinematográficamente la cinta posee todos los rasgos propios del gran Henry: tremendos diálogos cargados de tensión y moralidad, voz en off para como casi en un documental contar la historia del film, utilización continua de primeros planos de los personajes y un ritmo narrativo bastante elevado.
No es una película bélica en el sentido estricto del término y las escenas de guerra son tomadas de la realidad intercambiándose con las rodadas para la cinta. James Mason hace un gran papel, uno de los mejores de su carrera. Con gran seriedad y aplome le da a su personaje ciertos matices interpretativos que sirven para acercarlo más a la figura que representa. Así pues, estamos ante una de la joyas del cine de la Segunda Guerra Mundial que consigue acercarnos a uno de sus personajes claves. Con gran rigor histórico resulta un film recomendablilísimo para todos los amantes del género y de los grandes biopics. (Alfie: Filmaffinity)


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Título Original – Some Like It Hot
Año – 1959
Director – Billy Wilder
Elenco – Marilyn Monroe, Tony Curtis, Jack Lemmon, George Raft, Pat O’Brien

Lemmon y Curtis huyen de la mafia disfrazados de mujer e incorporándose a una banda de música. Allí conocen a la sexy e inocente Sugar Kane. Así empieza esta divertidísima comedia, una de las más famosas de la historia del cine, con una curvilínea Marilyn en estado de gracia. Una obra maestra imperecedera cuyo delirante diálogo final pone broche a un film en verdad perfecto. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)


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>Gigante (1956)

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Título Original – Giant
Año – 1956
Director – George Stevens
Elenco – Elizabeth Taylor, James Dean, Rock Hudson, Carroll Baker, Jane Withers

Tras ver «Gigante», no me queda más retrogusto que ese, ver como James Dean realizaba un papel de inconmensurable talento y daba una excelente réplica tanto a una comedida Taylor como a un serio Rock Hudson. Yo ya pensaba que esto de los mitos se resumía a la etiqueta que algún infame crítico de la epoca le endilgó a un film/actor, como han hecho y seguirán haciendo con muchos, sin embargo y tras ver la interpretación de James Dean, pues parece ser que este actor se ganó la etiqueta por algo más además de por fallecer a una temprana edad en un desgraciado accidente. Y me alegra que por una vez no encumbrasen algo por cualquier intrascendencia.
En cuanto al film en sí, creo que se podría resumir en una virtud excelente que le da un tremendo carácter y absorbe al espectador del primer al último minuto. Atrapante, pues George Stevens encauza su historia otorgando en todo momento el ritmo adecuado y engrosando o reduciendo los minutos dedicados a cada secuencia con un pulso magnífico. Se podría decir así que, la labor de Stevens ante una historia que pudiera haber resultado todo un aburrimiento, es fantástica, por saber ofrecer además de eso, una ambientación de lujo y unas características en cada instante a la cinta que le vienen de auténtica fábula.
Entre todo, en «Gigante» y durante sus más de tres horas de duración, tenemos la ocasión de ver el desmembramiento por momentos de una familia o como la codicia y el poder corrompen al más sencillo, entre muchas otras cosas. Y todo, arrancando desde esa pequeña parcela que hereda Dean y en la cual deposita todo su sentir, haciendo de ella un claro ejemplo del triunfo de la voluntad sobre todo lo demás, del esfuerzo y la dedicación que siempre terminan por dar frutos y otorgar un camino hacía una mayor satisfacción.
Lo malo, como ya apunté, es que todo ello conlleva a los peores caminos, como los de la soberbia y la codicia, y así cualquiera puede terminar sus días desamparado, como un lobo solitario. También me encanta la forma de tratar los tabúes que poseía aquella sociedad observados desde el punto de vista de Stevens, que le da la vía adecuada e, incluso, se antepone a algunos de ellos mediante el protagonismo de Hudson en la historia y muchas de sus reacciones, aunque él también tuviese defectos similares. Pero la cuestión no es esa, sino que cualquiera, por carencias que posea, puede anteponerse a otras de la misma índole y demostrar que no sólo están el blanco y el negro, y todo ello queda retratado aquí formidable e impecablemente. (Grandine: Filmaffinity)


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>La Condesa Descalza

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Título Original – The Barefoot Contessa
Año – 1954
Director – Joseph L. Mankiewicz
Elenco – Ava Gardner, Humphrey Bogart, Edmond O’Brien, Marius Goring, Rossano Brazzi

Estamos ante un clásico de Joseph L. Mankiewicz, que, si ya había retratado el sórdido mundo del teatro en “Eva al desnudo”, ahora lo hace del cine desde el personaje que interpreta maravillosamente la soberbia Ava Gardner. Podemos decir que su estructura inicial es la de una especie de versión actualizada y muy cínica de la cenicienta en busca de su príncipe; una bailarina española que llegaría a convertirse en estrella de la pantalla gracias a “su príncipe”, Humphrey Bogart.

Destacar la interpretación de ambos que están maravillosos. Quizá el fallo de esta película, otros lo considerarán un gran acierto, es la excesiva y omnipresente voz en off que recorre toda la película, y que en momentos llega a ser molesta además de innecesaria. El arte del cine esta en transmitir con imágenes y en usar lo menos posible la voz en off y las explicaciones, sino que son las imágenes las que deben hablar, ese es el arte del cine, y lo difícil de hacerlo, de contar historias con imágenes. Pero lo que sí es indudable es que estamos ante una gran película que habla de la soledad, de la vocación en la vida, de la amistad…
Entre ambos protagonistas no se establece una relación puramente comercial-profesional de interés, sino una auténtica amistad que llega hasta el final, una amistad en la que no llegamos a saber si ambos sentían algo más. Una película que reflexiona sobre el cine, sus intereses… sobre como la industria y el éxito cambia la vida. Pero la protagonista, una mujer decidida y con valores, no se olvida de sus orígenes humildes. Y una película que plasma en su crudeza la tragedia de los celos. En definitiva una gran película digna de ver. Y destacar que fue la primera vez que Mankiewicz utilizó el color. (Oscar: Filmaffinity)



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Título Original – A Streetcar Named Desire
Año – 1951
Director – Elia Kazan
Elenco – Vivien Leigh, Marlon Brando, Kim Hunter, Karl Malden, Rudy Bond

Elia Kazan bucea en las relaciones de pareja, según la obra de Tennessee Williams, para mostrar -sin ningún tipo de anestesia- un tenso y apasionante ejercicio de sinsabores y verdades escupidas a la cara. Magistrales interpretaciones (de Leigh, Malden y Hunter) que se llevaron el Oscar mientras Brando (que se quedó sin la estatuilla: se lo dieron a Bogart por «La reina africana») sudaba una camiseta que le encumbró en el olimpo de los mitos. Imprescindible. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)


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